
César, un atractivo mexicano recién llegado a España, salva a Amanda evitando lo que podría haber sido un desenlace fatal debido a un extraño comportamiento de su yegua. Octavio se muestra muy agradecido con el joven mexicano, pero este reacciona con frialdad al conocer la identidad del patriarca y su parentesco con Amanda. Patricia y David son conscientes del ninguneo que sufren por parte de Octavio e incluso cuando habla de su deseo de tener un nieto y futuro heredero. Octavio muestra a un grupo de inversores lo que ha construido a lo largo de los años en la costa. Su próximo proyecto es un gran resort con campos de golf, pero descubre que David ha vendido las tierras destinadas para el proyecto al mexicano recién llegado y César no está dispuesto a renunciar a ellas porque un día fueron de su familia y ahora por fin las ha recuperado. Amanda se presenta en casa de César y le pide que se quede con su yegua porque su padre pretendía sacrificarla.