
Nínive y Babilonia eran dos superpotencias del Mundo Antiguo, pero para los escritores de la Biblia eran ciudades de pecado. En Nínive, los arqueólogos están uniendo las piezas de las maravillas perdidas destruidas por el Estado Islámico. En Babilonia, los especialistas restauran la Puerta de Ishtar, construida por un infame tirano bíblico. ¿Por qué se describen de una forma tan negativa estos lugares en el Antiguo Testamento? y ¿cómo eran en realidad esas ciudades?