
Poirot y Hasting acuden a unos estudios cinematográficos, donde un amigo suyo dirige una película. Observan la filmación y se horrorizan ante el comportamiento del propietario del estudio, Henry Reedburn, que trata pésimamente a los actores y al personal del estudio. Esa misma noche Reedburn aparece muerto en su casa. La hermosa y joven estrella de la película, valerie Saintclair, está implicada en el asesinato y su prometido contrata los servicios de Poirot para limpiar su nombre.