En el vecindario se enteran de que se organiza un campeonato de baloncesto entre comunidades de vecinos y que el premio es un viaje a Atenas con todos los gastos pagados. Todos se apuntan para formar parte del equipo pero la selección la hace Juan Cuesta... y sólo elige a los chicos, para enfado de las mujeres. Las chicas, capitaneadas por Lucía, les retan a otro partido, y el equipo que gane será quien represente a la Comunidad. Cuando llega la hora del encuentro, las chicas llevan como nueva compañera de piso de Alicia y de Belén a una jugadora profesional, que las hace ganar por paliza. Al final, ellas aceptan hacer un equipo mixto pero todo es un desastre por los piques personales entre los vecinos. Por otra parte, Belén decide darle celos a Emilio volviendo a salir con Carlos, pero como ve que no surge efecto, cambia de táctica e intenta hacerse amiga de su ex. Organiza una cena de parejitas y consigue que Rocío y Emilio corten, pero como no consigue recuperarle, empieza a tener dudas sobre su manera de actuar. Por último, Mauri conoce a Bea y le propone ser su nueva compañera de piso. Ella acepta y las vecinas empiezan a sospechar que Mauri se ha cambiado de acera y creen que su obligación es informar a Fernando.