Una subida de tensión hace que los vecinos pierdan algunos de sus electrodomésticos. Juan les dice que no deben preocuparse porque les tienen que pagar los desperfectos... lo que aprovechan para romperlo todo y así conseguir una mayor indemnización. Lo malo viene cuando el perito les dice que, debido al mal estado de las instalaciones, la empresa eléctrica no se hace cargo de los desperfectos. Capitaneados por Juan e Isabel, los vecinos deciden hacer una huelga de hambre hasta que les reconozcan sus derechos. Emilio cada vez está más agobiado por su relación con Rocío y su hijo. La cartera tiene que dejarle a su cargo al niño mientras ella trabaja... pero él consigue endosárselo a Belén mientras que Rocío busca un piso para que se vayan a vivir los tres juntos. Emilio, presionado por Roberto, Paco y Josemi, empieza a replantearse su relación con la cartera.