Warren, el padre de Myka, descubre en una librería un bloc de notas del siglo XIX. De repente, las letras empiezan a meterse bajo su piel. Su hija se encuentra ocupada dando caza a MacPherson cuando recibe una llamada: su padre está a punto de morir. Cuando llega al hospital, Warren fallece. Claudia analiza a fondo el objeto que había encontrado el hombre y descubre que, aunque lo sumerge en agua, la tinta permanece en los brazos de Warren. Artie cree que el libro es tan sólo la mitad del artefacto, la otra mitad es un bolígrafo. Un análisis grafológico arrojará un dato sorprendente: se trata de un bloc de notas perteneciente al famoso escritor Edgar Allan Poe.