
El 16 de septiembre de 1973, en pleno apogeo del golpe militar que derrocó al gobierno de Salvador Allende en Chile, un escritor, cineasta y periodista norteamericano, Charles Horman (John Shea), desapareció de su casa de Santiago. Los vecinos informaron que fue llevado a punta de pistola hasta un pequeño camión. Un testigo vio entrar al vehículo en el estadio Nacional, utilizado por la policía y el ejército como centro de detención de los prisioneros políticos. Durante las dos semanas siguientes Beth Horman (Sissy Spacek), su mujer, le buscó a través de una ciudad donde el derramamiento de sangre se había convertido en un aterrorizante lugar común. El 4 de octubre, su padre Edmund Horman (Jack Lemmon), un empresario conservador y de ideas derechistas de Estados Unidos, llega desde Nueva York para averiguar su paradero. La Embajada Norteamericana en Santiago inició una investigación que oficialmente dio pocos resultados.