Rachel pierde su anillo de compromiso y el único lugar en el que puede estar es en la lasaña que Monica ha preparado. Ross descubre que su ex-mujer está embarazada y tiene que esperar para la ecografía al lado de Susan. Los padres de Ross y de Monica van a comer a casa de su hija, lo que produce una fuerte situación de tensión para Monica, ya que Ross no la ayuda contándoles que va a tener un hijo. Ross y Rachel se consuelan mutuamente por sus fracasos amorosos. Rachel llama a Barry, que está mucho menos afectado por la ruptura de lo que cabría esperar.