Después de que su barco de transporte naufragara en alta mar, Hércules se encontró en las costas de la Atlántida. Allí conoció a Casandra, una hermosa mujer cuyas premoniciones le decían que la Atlántida estaba condenada. Pero el rey Panthius, despreciando las advertencias de Cassandra, arrestó a la joven y a su nuevo amigo Hércules. Pronto se enteraron de que el cañón de cristal de Panthius había provocado el naufragio de Hércules, y los marineros esclavizados trabajaban en las minas de cristal del rey. Escapando de la cámara de tortura, Hércules liberó a los marineros y volvió a por Casandra. Se pusieron a salvo en un planeador mientras los cimientos de la Atlántida se derrumbaban y destruían la isla.