
Un enorme asteroide se dirige directamente hacia la Tierra a más de 35.000 kilómetros por hora. Al director ejecutivo de la NASA, Dan Truman, sólo le queda una opción: enviar a un equipo para que destruya el meteorito. Para ello recurre a Harry S. Stamper, el mayor experto en perforaciones petrolíferas, y a su cualificado equipo, que deberá aterrizar en la superficie del asteroide, perforarlo e introducir un dispositivo nuclear que desvíe su trayectoria y permita salvar el planeta, evitando así el Armageddon.