Damien Berne, estibador recientemente ascendido a subdirector del puerto de Sète, fue encontrado muerto en los muelles. Léa y Paul aprenderán que Damien estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para conseguir ese ascenso. ¿Quién podía culpar a ese hombre que hacía malabarismos entre satisfacer a la dirección del puerto y defender a sus antiguos compañeros estibadores? Paul y Léa descubrieron que la víctima jugaba doble juego. ¿Su muerte estaría relacionada con un tráfico que hacía estragos en el puerto o con una traición?