Un hombre de cierta edad, Fernando Tobajas, decide cierto día vivir en el cuarto de baño, que ha modificado de forma que parezca un pequeño apartamento y no salir nunca de él. Es un hombre que ha renunciado a todo, excepto a su vanidad y sus contactos con el mundo se reducen a las visitas de los amigos y a los mensajes que envía encerrados en una botella, por el retrete con la esperanza de que alguien lo reciba y sepa así que él existe. Arabel Lee, una chica preciosa, encuentra uno de estos mensajes; uno en el que este moderno anacoreta hace una reflexión sobre San Antonio y la Reina de Saba.
