El clima del noroeste de la isla de La Palma ha permitido el crecimiento descomunal de pinos que dieron la tea, una madera resinosa usada tanto para construcciones como para la crianza de vinos.
El clima del noroeste de la isla de La Palma ha permitido el crecimiento descomunal de pinos que dieron la tea, una madera resinosa usada tanto para construcciones como para la crianza de vinos.