
Tras la muerte de su marido, Helène, dueña de un negocio de antigüedades, cuida de su hijo adoptivo Bernard, un joven traumatizado por el recuerdo de Muriel.
Tras la muerte de su marido, Helène, dueña de un negocio de antigüedades, cuida de su hijo adoptivo Bernard, un joven traumatizado por el recuerdo de Muriel.