
Los ríos son esenciales para la vida, tanto para el ser humano como para la naturaleza. Para dos mil millones de personas, el agua potable procede de ahí, y una cuarta parte de nuestro alimento depende de ellos. Pero nuestros ríos tienen graves problemas. Los hemos embalsado y desviado, y hemos contaminado sus aguas o abusado de estas. La vida salvaje que depende de ellos también está desapareciendo. Desde 1970, las poblaciones de especies animales de agua dulce han caído en un ochenta y cuatro por ciento, el doble de rápido que las de tierra y mar.