Cuando llega la noche, la Tierra nos ofrece una visión mágica, pero la opacamos iluminando nuestras ciudades y pueblos, nuestras oficinas y aparcamientos, nuestros polígonos industriales y monumentos... Esto es lo que perdemos al hacerlo.Nos sentimos seguros, nuestros edificios se realzan y la vida nocturna se hace más fácil. Pero, en el camino, hemos olvidado, en cierta medida, el papel y la importancia de la noche. La ciencia revela que el cielo estrellado es un poderoso punto de referencia para los insectos, los mamíferos, las plantas e, incluso, los seres humanos. Pero, quizás no es demasiado tarde, aún tenemos una oportunidad para redescubrir nuestras habilidades nocturnas, para conectar con el universo y para curarnos de nuestro miedo a la oscuridad.
