
En 1957, los Whitaker son el típico retrato de una familia de los barrios residenciales de Hartford, Connecticut. Su vida cotidiana está caracterizada por la etiqueta, los eventos sociales y el deseo de seguir el ritmo de aquellos que los rodean y a los cuales observan cuidadosamente. Frank Whitaker es el cabeza de familia, Cathy es ama de casa. Tienen dos hijos a punto de entrar en la adolescencia. Poco a poco su mundo se va transformando, y la relación de Cathy con el jardinero, con su mejor amiga y con su criada reflejará los trastornos que se producen en su vida, enfrentada a situaciones que llenarán de cotilleos su comunidad.