
Poco después de comprometerse con la distinguida Mary Welland, Newland Archer, apuesto hijo de una adinerada familia de Nueva York, que se mueve en los círculos de la alta sociedad de finales del siglo XIX, conoce a Ellen Olenska, la escandalosa prima de Mary. Mientras que por Mary siente un profundo cariño, Ellen le inspira una atracción incomprensible. Conocida como la condesa Olenska, Ellen acaba de llegar de Europa, tras separarse de su indeseable marido, lo cual la convierte en una proscrita dentro de su clase. Llega del viejo continente fascinando a la gente con sus ideas revolucionarias sobre el amor, la política y el sexo. Como cabeza de una influyente familia, Newland emplea su posición social para intentar recomponer la pésima reputación de Ellen, pero no tarda en verse él mismo inmerso en la indiferencia que Ellen muestra ante las decadentes normas sociales de Nueva York.