De la España en blanco y negro, la del franquismo más férreo, al color que inunda la llegada de la democracia. De la muy discutible estampa de familias felices comprando pavos por Navidad en pleno Régimen, a la sonrisa, mucho más real, que disimulaban las miles de personas que aguardaban ante los colegios para depositar por fin su voto en una urna.
